Por definición, reconstruir es volver a
construir, esto es lo que idealmente busca la
cirugía reconstructiva: reconstruir el área
anatómica perdida o afectada. En un sentido
estricto, no es posible inventar los tejidos
perdidos aunque estamos muy cerca de lograrlo.
La cirugía reconstructiva abarca más del 80% de
las actividades de un cirujano plástico.
Poder reemplazar un órgano dañado ha sido el
sueño eterno del médico. El hombre primitivo
estableció una clara diferenciación entre los
procesos patológicos de que es víctima. Por un
lado, atribuyó las afecciones internas a
influencias maléficas de seres sobrenaturales o
castigos divinos; por otro lado las afecciones
externas, fueron objeto de un tratamiento
específico que constituye la base de los
primeros conocimientos quirúrgicos.
Estos primeros cirujanos estaban revestidos de
una aureola mágica, pues se creía que sus
actividades se inspiraban en la divinidad, debió
pasar mucho tiempo antes de que se produjera la
disociación entre medicina y religión. Los
cirujanos comprenden que si su profesión es algo
más que simples operaciones manuales; estudian
al hombre sano para entender mejor al enfermo,
comparándolos anatomopatológicamente, colaboran
con químicos y físicos creando la cirugía
experimental; constituyen sociedades científicas
y publican revistas especializadas despierta
pues la medicina, paralizada por la rutina y el
dogmatismo.
El hueso, la piel y otros tejidos pueden
autoinjertarse, es decir, tomarse de una área
del cuerpo y luego implantarse en otro lugar. Ya
en la antigua India Sushruta una técnica de
injerto de piel tras la amputación de la nariz.
Mejoró esta técnica Tagliacozzi quien utilizaba
una porción de la piel del brazo para
reconstruir la cara.
La cirugía reconstructiva ha evolucionado
muchísimo.
Hoy ha llegado a comprender:
Quemaduras
Son lesiones tisulares térmicas condicionadas
por agentes físicos y biológicos. La extensión y
profundidad del daño dependerá del tipo de
agente, así como de la duración del contacto con
él, produciendo desde eritema hasta coagulación
protéica y carbonización de los tejidos, de tal
manera que los efectos generales de estas
lesiones plantean un mayor peligro para la vida,
que los efectos locales.
Malfomarciones congénitas
Las malformaciones congénitas se conocen desde
los inicios de la humanidad, es difícil estimar
con exactitud su frecuencia pero se estima que
actualmente es de aproximadamente el 3% de los
nacidos vivos. En la mayor parte de ellas se
desconoce su origen pero siempre suceden en la
formación embriológica del feto. Las causas
ambientales incluyen agentes físicos como las
radiaciones ionizantes, agentes químicos como la
ingesta de medicamentos, y agentes biológicos
inherentes a la madre ( edad, nutrición,
equilibrio hormonal). En algunos casos el
problema es genético o hereditario y es donde se
deben de aplicar técnicas de prevención familiar.
Las malformaciones mas frecuentes incluyen:
Alteraciones
labiopalatinas, es decir labio hendido (
leporino ) y paladar hendido: Su frecuencia
puede variar de 1 a 1.6 casos por cada 1000
nacidos vivos. Con mayor afección del sexo
masculino en relación 7 a 3 con el femenino. Los
niños siempre deben de ser valorados por el
pediatra en el momento del nacimiento, y
consultar al cirujano plástico lo antes posible
para planear la reconstrucción en cada caso.
También se incluyen en el equipo de trabajo al:
Odontólogo, Ortodoncista, Foniatra, Psicólogo,
Otorrino, Genetista y trabajadora social. Las
técnicas actuales de reconstrucción permiten
obtener la mayor parte de las veces excelentes
resultados, sin embargo la severidad del caso y
el apoyo familiar serán determinantes para una
rehabilitación completa.
Otras
malformaciones menos frecuentes incluyen
deformidades o ausencia de las orejas ( microtia
o anotia ),
Malformaciones
de las manos y extremidades,
Y
en casos severos fisuras o alteraciones
craneales que afectan el contorno y apariencia
de toda la cara.
Traumas maxilofaciales
Es la sub-especialidad de la cirugía plástica
que estudia y corrige las deformaciones que se
presentan en cráneo y cara, debidas a
malformaciones congénitas, traumatismo y sus
consecuencias. Se encarga del tratamiento de las
fracturas agudas de la cara y de las
deformidades resultantes de fracturas antiguas.
Igualmente de todas las malformidades congénitas
como son la reconstrucción facial que puede
involucrar toda la cara (enfermedad de Crouzon),
o de áreas específicas como los pómulos (hipoplasia
malar), la región centrofacial (S. Blinder), la
región dento-alveolar (hipoplasia maxilar),
deformidades del cráneo, etcétera.
Parte importante de ésta sub-especialidad es el
tratamiento de las alteraciones óseas que
afectan la oclusión dental, impidiendo que ambas
arcadas dentarias, superior e inferior,
coincidan, alterando la masticación y el aspecto
estético del paciente (prognatismo, micrognatia,
retrognatia, microgenia, protrución, y
biprotución maxilar, etcetera...). Asi mismo se
encarga del tratamiento de las deformidades
faciales debidas a fisuras de los tejidos que
pueden efectar la piel, musculos y hueso. Estas
fisuras, hendiduras o brechas pueden presentarse
con diferentes grados de profundidad y
amplitud.
Síndromes Craneofaciales
Las personas que se lesionan durante un
accidente automovilístico presentan daño severo
en varias estructuras de su organismo la cara y
el cráneo se afectan hasta en el 78% de los
casos. Los impactos de alta energía, como los
que se producen durante los accidentes
automovilísticos pueden destruir en forma
importante los huesos, tejidos blandos y órganos
de cara y cráneo, alterando la función y
deformando la cara.
Los pacientes con fracturas cráneofaciales se
deben operar tan pronto como sus condiciones
generales lo permitan; entre más pronta la
cirugía, mejores serán los resultados. El coma y
el edema no contraindican la operación y solo se
omitirá en aquellos pacientes en los que sus
condiciones generales sean muy malas o exista
daño neurológico severo y no recuperable . El
retraso en la atención inicial de estos
pacientes ocasiona reabsorción e infección de
los fragmentos óseos fracturados, infección de
senos paranasales y nariz, contractura y
acortamiento de los tejidos blandos, factores
que limitan la reconstrucción y que repercuten
en el resultado funcional y estético.
El tratamiento basado en los principios de la
cirugía craneofacial y en la fijación y
reducción de las fracturas con miniplacas y
tornillos de titanio permiten, en la mayoria de
los pacientes, reestablecer al aspecto y
preservar o recuperar la función.
El tratamiento de las fracturas cráneofaciales
lo deben efectuar cirujanos con amplia
experiencia en cirugía cráneofacial y
biomecánica de la fijación rígida con
miniplacas. El acceso a las fracturas lo
realizará a través de incisiones bien planeadas
para que queden ocultas y no ocasionen daño a
nervios u órganos importantes de la cara;
continuará con un amplio despegamiento de la
zona afectada que le permitirá visualizar el
daño a las estructuras óseas; resecará todos los
fragmentos óseos destruidos o inútiles y los
cambiará por injertos de hueso obtenidos del
mismo cráneo o de una costilla, con la finalidad
de reconstruir la anatomía; reducirá en forma
anatómica y precisa los fragmentos fracturados y
la fijación la realizará con placas de titanio
de mínimas dimensiones que no se distorsionen el
aspecto de la cara; por último, reparará todos
los tejidos blandos y órganos dañados. Con
frecuencia se requiere la participación del
neurocirujano y del oftalmólogo durante el
procedimiento. La mayoría de los pacientes
atendidos en forma oportuna y adecuada podrán
regresar a su vida activa, social y productiva
sin secuelas funcionales o estéticas, antes de
cuatro meses posteriores a la cirugía.
Las lesiones de los tejidos blandos son el
factor más importante que limita la calidad del
resultado y, aún cuando la reconstrucción ósea
haya sido un éxito, para el paciente puede
evolucionar con severa deformidad facial por la
presencia de cicatrices y acortamiento de sus
tejidos blandos. Estos pacientes requieren de
varias cirugías para poder mejorar su aspecto.
Los procedimientos que se utilizan en la
reconstrucción de pacientes con fracturas
cráneofaciales en fase inmediata, tambien se
pueden utilizar en la correción de las secuelas
dejadas por un retraso en la atención inicial o
por mal manejo.
Cirugía de las manos:
El enfoque de la cirugía de la mano y de las
habilidades requeridas son muy variables, con
márgenes que van desde las anastatomosis
microvasculares al diseño de un injerto óseo de
una configuración específica.
En todo procedimiento de cirugía de la mano,
existe un punto denominador, especial cuidado en
los detalles, en unión a una técnica precisa y
gentil, que son necesarios para tener éxito.
Los modernos avances en magnificación, nos
permiten reparar estructuras finas con mejores
perspectivas de reconstrucción anatómica y
funcional.
Las lesiones y los padecimientos que afectan a
la mano son múltiples y se asientan sobre las
diferentes estructuras que la conforman.
Así las lesiones de etiología traumática afecta
a múltiples estructuras, como lo son el
esqueleto de la mano en sus diferentes
segmentos; puede lesionarse cualquiera de las
falanges, los metacarpianos, los huesos del
carpo o los huesos del antebrazo. De la misma
manera, los traumatismos afectan con frecuencia
las articulaciones de los diferentes niveles.
Se lesionan así mismo tendones, tanto flexores
como extensores. Los nervios periféricos también
son como asiento frecuente de lesiones
traumáticas.
La reconstrucción de las diferentes estructuras
señaladas implica técnicas particulares a cada
una de ellas y que estará en relación a la
fisiología individual; de esta manera las
técnicas actuales de osteosíntesis se orienta a
la reducción semirígida, con materiales
biocompatibles como el titanio, tanto en
miniplacas como en tornillos, sin embargo
continúan vigentes las síntesis con clavillos de
Kirschner sobre todo en falanges. Se han
popularizado los sistemas de tracción dinámica
en aquellos casos de fracturas multifragmentadas
intra o paraarticulares.
La reconstrucción tendinosa ha evolucionado el
conservar o permitir la circulación sinovial a
través de las vínculas tendinosas y a la
circulación sanguínea a través del paratendón,
mediante suturas peritendinosas que dan además
mejor resistencia tensil.
La reconstrucción nerviosa mediante
reconstrucción fascicular ha favorecido mejor
reinervación que a su vez ha permitido mejor
función sensitiva y motora.
Las transferencias tisulares microquirúrgicas
han permitido la reconstrucción de los
diferentes segmentos de la extremidad torácica;
como ejemplo de estas transferencias podemos
citar las transferencias digitales de pie a la
mano; las transferencias osteofaciocutáneas del
antebrazo contrario; las transferencias
musculares para restituir la función
miotendinosa de los flexores; la transferencia
ósea de peroné vascularizado ha permitido la
reconstrucción ósea de radio y cúbito.
El tratamiento temprano de la artritis
reumatoide ha disminuido las discapacidas y
permitido la conservación de la función de las
manos reumáticas mediante lo que ha dado en
llamarse Cirugía Profiláctica.
La mano paralítica ha encontrado mejor horizonte
mediante nuevos esquemas de reconstrucción para
incrementar la función tanto en problemas de
órden periférico como central.
Secuelas de tratamiento oncológico
Los procedimientos reconstructivos en los casos
de padecimientos oncológicos están orientados a
incrementar tanto la función como la estética,
en un esfuerzo conjunto entre el equipo de la
salud representado por los oncológos tanto
cirujanos como radioterapéutas, como por los
cirujanos plásticos y los especialistas en
rehabilitación, por brindar una mejor calidad de
vida al paciente que ha sufrido cáncer, siempre
que el índice de recurrencias lo permite.
Indudablemente que los padecimientos tumorales
malignos pueden afectar cualquier área de la
economía, sin embargo existen capítulos
particularmente específicos donde tales
esfuerzos conjuntos se dan con mayor
importancia, como son las áreas de cabeza,
cuello y mamaria.
El tratamiento, y hasta cierto grado, el
espectro de cáncer de cabeza y cuello han
cambiado durante los últimos 75 años, desde la
descripción de Crile sobre la disección radical
de cuello. El pendulo ha oscilado entre la
dependencia en la radioterapia, como primera
modalidad de tratamiento, al uso exclusivo de la
intervención quirúrgica. La combinación de estos
dos tipos de tratamiento, radioterapia
preoperatoria y cirugía, fue escrita
inicialmente hace 35 años con la creencia de que
los dos tratamientos combinados lograrían un
mejor índice de curación que cualquiera de ellos
solo.
En la actualidad, la mayoría de los médicos
involucrados en éste campo están convencidos de
que no puede demostrarse tal mejoría en la
supervivencia y que el riesgo de complicaciones
quirúrjicas no es compensado por los beneficios.
La declinación del entusiasmo por la
redioterapia preoperatoria se acompañó de un
aumento en el interés del uso de los
quimioterápicos con fármacos múltiples y
modificaciones de los procedimientos
quirúrgicos, para disminuir el impacto funcional
y estético del paciente, cuando es posible.
Otra tendencia en el tratamiento de las
neplasias de cabeza y cuello, es la importancia
cada vez mayor sobre la reconstrucción inmediata
del defecto causado por la ablación oncológica.
Se logra una mejor rehabilitación por medio de
la restauración de las funciones de
deglución-lenguaje.
Los últimos 20 años, han sido particularmente
importantes en el crecimiento y desarrollo del
campo de la cirugía reconstructiva y estética de
la mama. durante éstos años, el enfoque en el
manejo de cáncer mamario ha cambiado de
resección radical primaria a consideraciones
estéticas y de la fisiologia mamaria con cirugía
reconstructiva del busto.
Los cirujanos plásticos y reconstructivos del
busto, han respondido a los requerimientos de
las pacientes con un rango más amplio de las
técnicas para incremento del volumen mamario,
reducción, tensado y reconstrucción. recientes
consideraciones han minimizado las cicatrices;
se han mejorado las técnicas de reconstrucción
con tejidos autólogos como los colgajos, músculo
cutáneo y el manejo de los problemas
subsecuentes a radioterapia.
Otras técnicas de reconstrucción mamaria han
sido también de gran utilidad para dar una mejor
estética a la paciente mastectomizada, como han
sido los expansores tisulares en sus muy
variados diseños.
Por supuesto habrá que insistir la detección
temprana del cáncer dará siempre una mejor
sobrevida, un oportuno tratamiento.
Reimplantes con microcirugía
La microcirugía o para decir de un modo
correcto, la reconstrucción utilizando técnicas
microquirúrgicas, constituye un apartado
importante dentro de la Cirugía Plástica;
denominamos técnicas microquirúrgicas a los
procedimientos que requieren de magnificación de
la imagen del campo quirúrgico, esto
generalmente se realiza mediante un microscopio
especial para cirugía, y en algunas ocasiones
mediante lupas, igualmente especiales para el
próposito.
El hecho de que alguna cirugía requiera de
magnificación, significa que tenemos que reparar
o reconstruir estructuras anatómicas tan
pequeñas que en ocasiones son menores de 1
milímetro, y para ello requerimos de
instrumentos de gran precisión y materiales de
suturas que apenas se distinguen a simple vista.
En medicina, la microcirugía tiene varios campos
de aplicación, y es común a varias
especialidades médicas; en Cirugía Plástica por
ejemplo, se utiliza para realizar un implante de
algún segmento corporal amputado, pudiendo ser
un dedo, mano, oreja, etc., requiriendo para
ello algunas condiciones como la correcta
conservación y traslado del paciente y el
segmento amputado a algun centro de
microcirugía, la evaluación del daño sufrido a
ambos extremos de la amputación, la edad del
paciente y la presencia de enfermedades que
previamente padezca, y algunos otros de cada
caso en particular.
Otra área de aplicación de técnicas
microquirúrgicas las encontramos en lo que
denominamos transferencia de los tejidos. Aqui
hay varias modalidades; por ejemplo, una persona
nace sin dedo pulgar, o sufre la amputación del
mismo por un traumatismo, y no hubo posibilidad
de efectuar reimplante; en casos como estos,
puede plantearse la reconstrucción de esa
estructura tan importante mediante el
transplante de un dedo del pie a la mano; en la
actualidad, reconstrucciones como estas son
comunes en muchos sitios de nuestro país, con
resultados sorprendentes. En otras ocasiones,
una persona nace sin oreja, o sufre la pérdida
traumática de la misma, y actualmente, además de
métodos no quirúrgicos, es posible reconstruir
la ausencia de esa estructura con microcirugía,
de una manera igualmente eficaz.
Es sumamente amplio el campo de aplicación de la
microcirugía en la Cirugía Plástica. Actualmente
pueden reconstruirse una serie de estructuras y
órganos que apenas hace algunos años se
realizaban mediante largos y penosos
tratamientos a través de técnicas de alcance
limitado, o simplemente, no se realizaban.
Observar una mama con su complejo areola-pezón,
reconstruida y muy similar otra, después que el
cáncer de la misma, habría indicado su
extirpación, es observar a una mujer que renace
después de un trauma tan demoledor como
significa la pérdida de dicho órgano. Aspectos
como ése ejemplo se recrean día con día en
nuestra especialidad, y brindan o nos permiten
brindar a los pacientes, opciones de actualidad,
de calidad y aún con un gran desarrollo futuro.
Fuente: esmas.com
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